La cirugia de glaucoma al igual que el tratamiento médico persigue el control de la presión intraocular disminuyéndola y estabilizándola durante las 24h, evitando las oscilaciones. La mayoría de técnicas quirúrgicas consiguen su objetivo construyendo una nueva vía de salida para el humor acuoso. Se podría decir que las técnicas quirúrgicas del glaucoma tienen como finalidad conseguir un nuevo desagüe. Todas estas cirugías se agrupan bajo el nombre de Cirugía Filtrante porque ayudan a filtrar al humor acuoso en su flujo de salida del ojo.
Todos los pacientes pueden ser intervenidos quirúrgicamente para realizar un nuevo desagüe que disminuya la presión intraocular, pero no todas las técnicas son igual de eficaces y tampoco tienen los mismos requisitos para conseguir su objetivo, por lo que el oftalmólogo debe decidir que técnica es la adecuada para cada paciente. La eficacia de la cirugía dependerá del tipo de glaucoma que estemos tratando y el ojo que se somete a la cirugía y su estado previo.